Desarrollo de las etapas del proceso de formación
y modelo de calendario de actividades
Por Elizabeth Lemos. Mediadora Educativa
Hemos adelantado parte de los contenidos de un proyecto de mediación educativa. Este debe contar con 3 etapas: 1. sensibilización y concienciación sobre la Cultura de Paz, 2. el trabajo sobre la convivencia pacífica -construcción democrática, colaborativa- y, por último, 3. el proyecto de mediación escolar que nos hayamos planteado -entre pares (o de dimensión horizontal), con mediador adulto (o de dimensión vertical), o mediación global, integral, cruzada o “mix”. Compartimos, además, un modelo de calendario para el desarrollo de las actividades posibles en nuestros proyectos de mediación educativa. Les invitamos a ahondar sobre la temática.
A. Contenidos generales: áreas y etapas:
Cuando planteamos un proyecto de mediación escolar, cualquiera sea el tipo que hayamos elegido, creemos que no se puede tomar como punto de partida la capacitación en mediación educativa sin una previa capacitación en la Cultura de Paz -como marco teórico de partida- y una etapa de construcción colaborativa de la convivencia pacífica. Será a partir de estas herramientas que podremos abordar los conflictos de manera global, dentro de un proyecto que exceda la sola instancia de mediación en la escuela.
Esto es así, porque consideramos que una institución educativa que no cuente con la información-concienciación en lo que consiste la Cultura de Paz , escasamente proveerá de herramientas y preparará a los futuros mediadores y comunidad educativa con un marco teórico previo -no hablamos de charlas interminables- que nos permita comprender cuál es la finalidad misma de la mediación, la cual es resolver pacíficamente los posibles conflictos que se presenten en la institución.
Esta primer etapa de sensibilización y concienciación en la Cultura de Paz nos permite mirarnos en un espejo en el que podamos indagar sobre cuáles son nuestras prácticas cotidianas en la institución educativa.
¿Es nuestra escuela un ámbito democrático y colaborativo? ¿Nuestras relaciones interpersonales reflejan prácticas de resolución pacífica de conflictos o intervenimos -conscientes o inconscientemente- en escaladas de violencia que nos dificultan llegar a una solución de los conflictos?
No es una tarea fácil de hacer, porque implica que reflexionemos sobre qué tipo de mecanismos de resolución de conflictos estamos aplicando actualmente, ¿punitivo, verticalista?. Como hemos dicho anteriormente, a veces el espejo nos muestra prácticas que no quisiéramos continuar. Implica reflexionar sobre cómo interactuamos en nuestra institución educativa, ésto incluye a quiénes llevarán adelante el proyecto de mediación educativa. La construcción de la convivencia pacífica es un trabajo que nos incluye a todos.
La finalidad no es echarnos culpas. A través de una una progresiva incorporación de las herramientas teóricas que nos brinda la Cultura de Paz podremos reflexionar sobre nuestras prácticas diarias y podremos hacer los cambios que creamos que nos prepararán para un ámbito pácifico.
Y aquí valga la aclaración. Ésto no significa que no habrán conflictos, sino que iremos aprendiendo a resolverlos en un ámbito de paridad, de respeto mutuo. Aquí es cuando la segunda etapa de nuestro proyecto hace su aparición. Convivencia pacífica implicaría incluso que no sea necesario, en algunos casos, llegar a una instancia de mediación.
¿Algo difícil de lograr? Sí, sin una preparación previa en la Cultura de Paz. Deberemos replantear la gestión de la convivencia: democrática, con trabajo en grupo cooperativo, a la par de la educación en sentimientos, emociones y valores. Ésto implica replantear -si es necesario- la gestión de la institución, de la clase, de las relaciones interpersonales. Es entonces que el currículo oculto de la institución aparece. ¿Nuestras prácticas educativas realmente están dirigidas a una resolución pacífica de los conflictos, en el aula, en el patio, en las actividades curriculares?
No busquemos chivos expiatorios. No es culpa de los directivos, de los docentes o de los alumnos que no podamos solucionar pacíficamente los conflictos. Será la voluntad de toda la comunidad educativa construir nuevos mecanismos de gestión de los conflictos, de revisar nuestras prácticas y relaciones interpersonales, de los valores que compartimos –democracia, igualdad, paridad, horizontalidad, respeto por el otro y sus opiniones y creencias, respeto por la diversidad.
No nos asustemos, el Acuerdo de convivencia escolar, construido por la totalidad de la comunidad educativa tendrá vigencia. Serán normas consensuadas y deberán ser respetadas por toda la comunidad educativa. Será entonces cuando este Acuerdo no pueda solucionar un conflicto, que los protagonistas podrán optar voluntariamente por un proceso de mediación escolar (una vez que se encuentre en marcha) o cumplir lo que resuelva el Consejo de Convivencia por medio de los mecanismos que determine ese mismo Acuerdo.
No es una tarea fácil, entonces, llegar a nuestro objetivo: la mediación escolar. Es una construcción de menor a mayor – marco teórico, gestión de la convivencia escolar y mediación escolar.
Con las herramientas que adquirimos en este proceso, la capacitación en mediación contará con bases sólidas y no será un intento de parche en situaciones en las cuales el conflicto se escapa de nuestras manos. En realidad, la mediación escolar será una instancia última.
No es magia. Es el resultado de un proceso progresivo de reflexión, modificación de la gestión de la convivencia y de la capacitación en estas temáticas. Por supuesto que todo este camino implica actividades teóricas pero también instancias prácticas para el aprendizaje y la construcción de una gestión pacífica de la convivencia escolar.
Podríamos resumir lo expuesto en las tres áreas a trabajar en la institución:
1. Cultura de Paz
Actitudes y valores imprescindibles para la mejora de la convivencia escolar. El planteamiento de la pedagogía pacífica que cobija la mediación, va enfocado a reducir los métodos disciplinarios (donde se actúa de una determinada forma por miedo al castigo) y la mejora de la convivencia. Consideramos esencial en nuestra tarea, educar para la paz.
2. Convivencia escolar y su relación con el conflicto.
Nuestra actitud como adultos puede ayudar a resolver un conflicto, a agravarlo o incluso a mantenerlo. Si queremos aprovechar las posibilidades educativas del conflicto, si queremos que haya una mejora en el clima de la clase, es necesario revisar nuestras prácticas, actitudes, valores. En esta etapa se busca que el alumno, docente, directivos y no docentes conozcan las herramientas de solución pacífica de los conflictos escolares, y que los protagonistas de un conflicto logren comprender las implicancias del mismo tanto en el ámbito personal como grupal para transformar al conflicto en un aprendizaje positivo.
3. El proceso de Mediación Escolar
Como técnica de afrontar los conflictos de manera positiva y colaborativa, consideramos necesario el desarrollo de habilidades imprescindibles para la Mediación Escolar como un paso importante para la mejora de la convivencia escolar.
B. Contenidos específicos:
Los contenidos se desarrollan a partir de las siguientes pautas de trabajo cooperativo entre el equipo directivo, docentes, no docentes y alumnos, en relación a tres temáticas núcleo:
- Cultura de la Paz (Marco teórico)
- Convivencia escolar pacífica (Marco protector: Plan de convivencia)
- Mediación Educativa (Resolución de conflictos)
C. Modelo descargable de calendario de formación en Mediación Escolar:
Para tornar en acción las palabras, objetivos, ideas, actividades, les ofrecemos un modelo de desarrollo de las 3 etapas de un proyecto de mediación escolar. Es meramente ejemplificativo y a los fines de ordenar nuestras posibles actividades. En este caso se optó por la formación del profesorado en el proceso de mediación escolar como instancia previa a un futuro proyecto de capacitación en mediación entre pares (alumnos).
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Ejemplo de Calendario (PDF)
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